Echo de menos tus palabras de madrugada...
Qué ilógico puede sonar cuando en realidad sólo eran un entretenimiento...
Y fui yo para ti, y tu yo se fue,
y decidiste esperar el olvido
mientras yo olvidaba la espera...
¿Y los permisos para sellar labios?
¿Y las sonrisas cómplices de deseos?
¿Y las caricias acompañantes de la risa?
Y ahí estabas tú, acompañándome a no estar sola...
Y ahí estaba yo, aferrándome a una vela en medio de un caos de oscuridad...
Pasando de un sueño a la realidad me esperas,
con una sonrisa, un beso y un abrazo que siempre me acompañaran...
Mi cuerpo aun te espera para terminar lo empezado,
aun grabado a fuego el camino por donde pasaron tus manos...
Era invierno...
¿En qué momento pasamos de comernos a besos a alejarnos?
Nunca hubo un nosotros, siempre se quedó en el aire...
En ese aire en el que querías volar conmigo...