La incertidumbre
dio paso a la triste realidad:
" dos cuerpos pueden anhelarse
aunque nunca se puedan juntar ".
Nada queda por decir,
sólo seguir,
cada uno hacia su porvenir.
Un adiós acompasado
en este ritmo desfasado...
Entre lágrimas de sueños
rezas al olvido,
que alguien devuelva al gris
todo su colorido,
remienda el roto del corazón descosido.
Hoy bajemos el telón...
Esta historia terminó su función...